Un flaco llevaba a su novia de regreso a casa en un día en que hacía un frío de la puta madre, cuando de pronto se les pincha una llanta. El joven baja de su auto y empieza a cambiarla. Al poco rato sube al auto y le dice a la novia:
"¡Estoy muerto de frío! ¡Ya casi no siento mis manos!" "Pues mételas en medio de mis piernas para calentarlas!"
"¡Estoy muerto de frío! ¡Ya casi no siento mis manos!" "Pues mételas en medio de mis piernas para calentarlas!"
La mina se sube el vestido y le permite al pibe que ponga las manos entre sus muslos.
Después de un rato el chabon dice:
"¡Ya! ¡Ya las siento mejor! Dejame terminar de cambiar la llanta." El pibe termina de cambiar la llanta y al entrar de nuevo al auto, la novia le dice con cara de atorranta: "¡Parece que tus orejas están también terriblemente frías!"
Después de un rato el chabon dice:
"¡Ya! ¡Ya las siento mejor! Dejame terminar de cambiar la llanta." El pibe termina de cambiar la llanta y al entrar de nuevo al auto, la novia le dice con cara de atorranta: "¡Parece que tus orejas están también terriblemente frías!"
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